(Realizados para financiar la construcción del Hospital de la Princesa)

Vamos a continuar, a través de datos de hemeroteca, con los diversos actos “festivos” que se realizaron para conseguir fondos destinados a la construcción del Hospital de la Princesa.

En este escrito nos ocupamos del compositor Louis Moreau Gottschalk, que cuando estuvo en España (años 1851 y 1852) interpretó conciertos (especialmente de piano) de música compuesta por el mismo y dedicando parte de los beneficios para la construcción de nuestro hospital. Tras breve biografía de Gottschalk (con especial referencia a su obra referente a España) con datos de hemeroteca , describo su aportación para el Hospital de la Princesa, y las actuaciones realizadas durante su estancia en Madrid (con alguna anécdota).

El interés que tuvo la reina Isabel II y su madre la reina Mª Cristina por la música propició que el nombre de Gottschalk esté unido a la historia del hospital.

I. Biografía y obra de Louis Moreau Gottschalk

 

Louis Moreau Gottschalk nació en Nueva Orleans el 8 de mayo de 1829. Moreau (como era conocido familiarmente) era el mayor de ocho hermanos. Su padre, de origen judío-alemán aunque nacido en Londres, era comerciante y su madre era hija de panadero católico de ascendencia francesa que había huido desde Santo Domingo al estado de Lousania con motivo de la rebelión de esclavos (finales de siglo XVIII). Tuvo gran influencia en su educación musical la abuela materna Brusle y la institutriz Sally (ambas de Sto. Domingo -Republica Dominicana). Dio su primer concierto a los once años con motivo de la inauguración del Hotel San Carlos en Nueva Orleans.

Cuando contaba trece años sus padres le enviaron a París para perfeccionar su formación musical. Hizo su presentación formal en esta capital en abril de 1849 en la Sala Pleyel con un recital en el que incluyó composiciones criollas.

Sus primeras obras exitosas son “Bamboula” (danza de negros) (1844-45), inspirada en melodías haitianas escuchadas durante su infancia a su abuela materna, “La Savane”(balada criolla) (1844-45), “Le Bananier”(1848) y “Le Mancillier” (1849).

En el verano de 1850 comienza una gira por Suiza, Bélgica e Italia (región de Saboya) que aprovecha para componer música con temas de dichos países. Adaptó fragmentos de obra de Rossini componiendo “Guillermo Tell. Concierto a cuatro manos”.

En otoño de 1851 llegó a España en donde residió muchos meses. Es posible que viniera por influencia de miembros de la Casa Real Española (en biografías sobre Gottschalk se cita textualmente a Fernando Muñoz, Duque de Riansares). La cultura musical de la Corte ya debía conocer los éxitos de este joven compositor. Su estancia en España fue efímera. Dio conciertos en Madrid (ya nos ocuparemos luego de ello) y viajó a Andalucía visitando Córdoba, Sevilla, Cádiz y Sanlúcar de Barrameda (donde tenían residencia los Duques de Montpensier) y mientras duró esta gira no dejó de componer basándose en lo que escuchaba a su alrededor. En Sevilla modificó “Capricho Español” de su segundo concierto madrileño y lo trasformó en una pieza musical que será, ya siempre, muy estimada de su producción artística “Souvenirs d’Andalusía, caprice de concert sur la Caña, le Fandango et de Jaleo de Jérez” (1851). Esta pieza fue estrenada gracias al patrocinio del Duque de Montpensier (casado con Luisa Fernanda, hermana de la Reina Isabel II, que residía en Sevilla).

Se ha escrito que la estrategia compositiva de Gottschalk es semejante a la seguida por Liszt en sus rapsodias y que los temas de sus “composiciones españolas” influyeron sobre el género chico (zarzuelas). En concreto el “intermedio” de “Las Bodas de Luís Alonso” de Gerónimo Giménez (1897) es un brillante arreglo orquestal de la obra reseñada. La inteligencia musical de Gottschalk abrió posibilidades de escritura pianística a compositores como Chabrier (1841-1894), Debussy (1862 -1918) e Isaac Albéniz (1869-1909).

Otra obra significativa de esta época es “El sitio de Zaragoza. Fantasía” (para diez pianos) y estrenada en Madrid en 1852 de la que actualmente solo se conserva “La Jota Aragonesa”. En la revista “La Ilustración” del día en que ofreció el concierto “(24-10-1852) se encuentra detallada descripción de la técnica musical de la misma en relación con los hechos históricos acaecidos en Zaragoza. En un párrafo de la misma puede leerse “Después se oyen, a lo lejos, clarines que ejecutan la Marcha Real que representa a los zaragozanos marchando al combate, cuyo estruendo se anuncia por medio de cañonazos que también resuenan a lo lejos. Durante algunos instantes reina un estrépito, que va calmando poco a poco, como en señal de que se ha suspendido la lucha. Vuelve a oírse la Marcha Real –fugada- alternando con la jota –fugada-tambien”. En este relato no se menciona a su posible antecedente “El sitio de Zaragoza” del maestro extremeño Cristóbal Oudrid (es la pieza musical que actualmente se interpreta en España con este nombre, con fecha de composición estimada de 1848).

Con tema español también compuso “Manchega: Estudio de concierto” (1855-56) y “Minuit a Sevilla” (1856).

Dedicó a la Reina Isabel II la partitura de “Baumbola”. La Casa Real española le concedió la condecoración de la Orden de Isabel la Católica. Durante su estancia entre nosotros también recibió un típico regalo español. El estoque del célebre torero “Montes” que le entregaría “El Chiclanero”.

Tras su gira europea regresa a Estados Unidos (finales 1852-inicio 1853) y recorrería casi todo el país. Entre las composiciones de ésta época es muy conocida “The banjo” (1854) y dedicó una obra al estado en que nació, “Recuerdos de Lousiana”. En febrero de 1854 Gottschalk realiza su primer viaje a Cuba, siendo recomendado por la Reina Isabel II al Capitán General de La Habana, donde permaneció varios meses. Realizó otro segundo viaje en enero de 1857 y esta vez los conciertos que interpretaba eran acompañados por la célebre soprano italiana (aunque nacida, incidentalmente, en Madrid) Adelina Patti (1843-1919). Su último viaje a Cuba fue en 1859 y se prolongó hasta 1862.Mientras estuvo en esta isla mantuvo gran amistad con el compositor Nicolás Ruiz Espadero, realizando ambos trabajos conjuntamente, siendo éste el recopilador de la producción musical de Gottschalk, en especial la escrita en Cuba; Entre ellas las más conocidas son: “Danza” (1857) ,” Marcha de Gíbaros”(1857), “La Gallina: danza cubana” (1859) , “Ojos criollos” (1859), ”Recuerdo de La Habana” (1859),”Recuerdo de Puerto Rico” (1859) “Suis.moi: capricho” (1861) ,”Recuerdo de Cuba: mazurca “, “Respond-moi”.”La nuit des tropiques: sinfonía romántica” (1860) y la ópera en un acto “Escenas campestres”. En la obra citada Noche de los Trópicos, por primera vez se emplean en una orquesta sinfónica instrumentos de percusión afroamericanos y caribeños.

Cuando estalló la guerra civil norteamericana (1861-65) convencieron a Gottschalk para que regresara y recorrió el país realizando numerosos conciertos. Compuso entonces alguna pieza musical y entre ellas “Meditación”. Esta etapa duró tres años, pero tuvo que abandonar rápidamente EE.UU. al haber tenido una situación violenta con una estudiante que residía en un internado femenino (esto ocurrió en California). Marchó a Sudamérica (Panamá, Perú, Chile, Uruguay, Argentina y Brasil) siendo sus más reconocidas obras de este periodo (1865-69) “Gran Tarantella”, “Sinfonía a Montevideo” “Solemne marcha triunfal a Chile”, “Variaciones sobre el himno portugués” y “Fantasía sobre el himno nacional de Brasil”. La marcha triunfal a Chile fue estrenada por una macro-orquesta que llegó a contar cerca de 850 músicos. Una de sus últimas composiciones (estando en Rio de Janeiro) fue la titulada “Morte”. Murió a los 40 años, el día 18 de diciembre de 1869. La mayor parte de sus biógrafos atribuyen a la malaria como causa de su muerte. Sus restos fueron repatriados a EE.UU. y recibieron sepultura en el Cementerio Greenwood de Brooklin-Nueva York.

“Notas de un pianista” (1874) es un libro póstumo de Gottschalk: Se trata de una publicación sobre manuscritos originales “recogidos y editados por su hermana Clara con autorización de la familia” que dedicó a la misma y su otra hermana Celestina.

Gottschalk interpretó ante las máximas autoridades de los países que visitó que le otorgaron honores y distinciones. También recibió elogios de grandes maestros de la música como Franz Liszt o Berlioz. Chopin llegó a profetizar que sería “el futuro rey de los pianistas” Hoy en día la música de este compositor “itinerante” es con frecuencia interpretada en conciertos (tanto en Europa como en América) y es considerada como el antecedente del actual Jazz-Latino.

II. Gottschalk en Madrid : Su aportación al Hospital de la Princesa

 

Un año antes de venir a España, el periódico “El Observador” (15-1-1850) escribe: “Nuevos artistas: Apenas hemos entrado en el año cincuenta ya despuntan en el horizonte dos nuevos artistas, llamados por su talento y méritos a brillar entre los innumerables que nos han halagado en el cuarenta y nueve. El uno es un pianista americano llamado Gottschalk, el cual no ha necesitado sino dar a conocer alguna de sus composiciones para colocarse en primera línea. Entre todas ellas se distingue por su originalidad la Bambola, baile de los negros, que el pianista ha sabido arreglar magníficamente para dos pianos, enriqueciendo el tema con todas las galas de su imaginación (…).”

Gottschalk llega a Madrid el 24 de octubre de 1851. Entre sus primeros conciertos se encuentra el celebrado en Palacio, recogidos en la prensa de la época:

“El Clamor Público” (23-11-1851) refiere el concierto privado para la Casa Real de esta manera: “Mr. Gottschalk fue recibido en Palacio el lunes por la noche. El auditorio ante el cual debía tocar el ilustre pianista se componía sólo de SS.MM. la Reina, el Rey y los Duques de Riansares. S.M. el Rey se dignó a hablar algunos momentos con M.Gottschalk y felicitarle sobre la celebridad que, tan joven aún, ha adquirido por su talento. Las cinco piezas tocadas por el eminente artista produjeron la mayor sensación sobre el auditorio, el que le expresó su satisfacción del modo más lisonjero. En el baile de la Duquesa de Riansares S.M. el Rey se dignó de nuevo a dirigir algunas palabras lisonjeras al célebre artista”

“El Observador” (23-11-1851): “El distinguido pianista Gottschalk tuvo la honra antes de anoche de tocar en el regio alcázar a presencia de SS.MM. la reina y el rey, la reina madre y de algunos personajes notables de esta corte. Las reales personas acogieron con marcadas muestras de amabilidad a este artista quien se manifiesta entusiasmado del recibimiento que ha merecido de la real familia”.

Realizó dos conciertos en el Teatro Circo en la segunda decena de diciembre siendo una de las piezas interpretadas “Guillermo Tell” (“El Clamor Público” 23-12-1881).

Participó en concierto vocal e instrumental en el Teatro Real (“El Clamor Público” 24-12-1881).

La relación de Gottschalk con el Hospital de la Princesa está documentada así: En la sección de Comunicados de “El Observador”(28-2-1852) se lee:

“Tenemos una completa satisfacción en publicar el siguiente rasgo de generosidad con que un notable artista extranjero ha querido contribuir a la suscripción que se está haciendo para levantar el hospital de la Princesa. Un acto de desprendimiento de esta especie merece que sea conocido del país para honra de la persona que lo ejecuta.

Contando con la benevolencia que me ha manifestado y a la prensa de la corte, espero señor Director se sirva vd. insertar en su apreciable periódico la comunicación adjunta, favor que agradecerá S.S.S.Q.B.S.M – Por Mr.Gottschalk, Eugenio Gonffeir.

Sr. Director de El Observador:

Muy señor mío: La España entera ha comprendido el notable pensamiento de S.M. a fundar el hospital de la Princesa, y en la espontaneidad con que se presta a secundarla da a su querida reina el más tierno testimonio de su acendrado amor. Aunque extranjero yo, he contraído una deuda de reconocimiento hacia S.M. y el pueblo español por la benévola acogida y generosa hospitalidad que han sabido dispensarme durante mi viaje artístico a este país y creo no poder darle otra prueba de mi gratitud, que la de asociarme, en cuanto mis escasa fuerzas me lo permitan, a los deseos de S.M. contribuyendo con el donativo de 15.000 reales, que pondré a disposición de los respectivos gobernadores civiles de las provincias en que de mis conciertos, tan pronto como me halle restablecido del accidente que ha ya tiempo no me permite tocar en público. Si de este modo logro pagar en parte esta deuda de honor: Si S.M. se digna aceptar esta corta ofrenda que con la más alta consideración pongo a S.R.P. quedarán colmados mis ardientes deseos de ser de algún modo útil al pueblo español y su Reina, por cuya felicidad y ventura hago ferviente votos a Dios.

Si vd. Señor Director tiene la bondad de publicarla así en su apreciable periódico le quedará sumamente reconocido S.S.S.Q.B.S.M.- por Mr. Louis M. Gottschalk, su secretario, Eugenio Gonffeir“

Valladolid 28 de febrero”.

El accidente “que no le permite tocar en público” puede corresponder a la fractura de falanges del dedo medio de la mano, provocada por un joven que se consideró desplazado cuando “la cantaora” del teatro -llamada Carmen- simpatizaba con Gottschalk en una velada, también, “regada” por vino de Jérez. Tuvo el brazo –en cabestrillo- durante varias semanas. Descripción más extensa y “jocosa” de este episodio puede leerse en el artículo que publica “La América” (28-10-1880) que resume, en varias páginas, el libro-biografía que sobre Gottchalk escribió Luís Ricardo Fors: En este mismo artículo se informa que “dio un concierto a beneficio del Hospital de la Princesa y envió además una suma de 15.000 rs. a las Casas de Beneficencia de Madrid”.

Consta que los primeros días de junio de 1852 ofreció conciertos en el Teatro Circo, ubicado en la Plaza del Rey compartiendo el programa con otros artistas. El último concierto que dio en Madrid (no he encontrado más en mi búsqueda a través de hemeroteca) fue el día 24 de junio de 1852 que tuvo lugar en el Teatro Príncipe estando toda la función dedicada a obras compuestas por Gottschalk e interpretadas por el mismo, si bien para la ejecución de “Sitio de Zaragoza” tuvieron que colaborar otros pianistas. En el anuncio publicitario de este concierto, tras insertar la programación, puede leerse:”Las personas que gusten adquirir billetes con anticipación acudirán al domicilio del señor Gottschalk en calle de las Tres Cruces núm. 4, cuarto principal de la derecha (…)” (El Observador 24-6-1852).

Tras breve estancia en La Granja de San Ildefonso, a finales de julio trasladó su residencia a Córdoba. Posteriormente pasó a Sevilla y a finales de noviembre a Cádiz. Desde allí, el periodista refiere, que por barco, abandonó definitivamente España para trasladarse a París. (Datos tomados de “El Clamor Público”).Pero bien pudo tratarse del regreso a EE.UU.

Añado a este trabajo el anuncio, que aparecía en la prensa, para la venta de las composiciones de este autor (era la forma de tener en casa -siempre que hubiera interpretes de piano en la misma- los “últimos éxitos musicales”):

La mayor parte de las obras musicales de Gottschalk reseñadas en este trabajo pueden ser escuchadas a través del portal de Internet: Youtube.

 

Carlos Cremades Marco

ANOTACIONES

He destacado en “letra negrita” algún párrafo de los documentos periodísticos reseñados.

He obtenido información de la biografía de Gottschalk del ensayo: “Del Souvenir d’Andalousie a la Boda de Luís Alonso: Los modelos creole del casticismo musical andaluz” cuya autora es Beatriz López-Suevos Hernández (musicóloga, economista y pianista de cámara) y estudiosa de la historia de la interpretación pianística. Publicado en “Papeles del Festival de música española de Cádiz”, nº 5, Año 2010. Editado en Granada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Otros datos biográficos se han obtenido a través de los múltiples trabajos, que sobre este autor, pueden encontrarse utilizando Internet.

Referente a la concesión de la Orden de Isabel la Católica a Gottchalk (ver “El Clamor Público” 11-8-1852).

El libro referido en “La America” es “Gottschalk” de Luis Ricardo Fors. Editado por “Propaganda Literaria de La Habana”.Imp. Call de O’Relly. 1880.